Y un buen dia, me di cuenta. O mejor dicho, confirmé algo que siempre se me cruzaba por la cabeza, desde que era muy renacuajo, pero no le prestaba
importancia porque “que voy a hacer, la vida
es asi”. Pensaba que uno vivía como podía, pero no se podía vivir como
se queria. Que limitado.
Siempre me habia incomodado la
figura de la autoridad. La mayoría de las personas no se hacen mayores
problemas y cumplen órdenes de muy buena gana, aunque vengan en forma de dardos envenenados, como el buen dobby, el elfo
doméstico que quedó liberado cuando su dueño le regaló, sin
saber, una media sucia.
Yo veo a las personas
contentas, siguiendo el camino que deben seguir porque así alguien lo ha
escrito en unas reglas que nadie ha leído en un libro que nadie sabe donde
está.
Porque mientras todos se veían
tan cómodos, yo me sentía como si tuviera un chinche en mi silla? Yo queria ser
igual a los demás, no queria ser el patito feo. Espero se acuerden de esta
fábula de Christian Andersen porque sino la metáfora pasa desapercibida. El patito era distinto a los demás y por más
que queria ser igual, no lo era. Y los demás patos se burlaban de él por ser
diferente. Yo no queria ser el pato feo del cuento. Por eso, siempre intentaba
hacer lo que los demás, prefiriendo encajar socialmente que seguir mis instintos.
Veía a mis compañeros
de oficina, tan tranquilos contentos con su estilo de vida laboral. Sin
preocuparse de nada. Cumplían con las tareas que su cargo conllevaba y sabían
que a fin de mes la empresa les iba a dar su “X” cantidad de dinero.
En verdad se trata de algo simple. El empleador, Pablito, consigue los clientes, quienes le requieren un servicio.
Entonces Pablito le dice a Juanito, el trabajador, “esto te corresponde a ti”. Y Juanito lo
hace, y a fin de mes recibe su contraprestación.
Es mas cómodo ser Juanito. Es sentarse en su silla, cumplir las funciones que su cargo conlleva, reírle los chistes al jefe y a fin de mes esperar el depósito bancario y cada 6 meses la grati. Así, sin mas preocupaciones laborales que eso.
Es mas cómodo ser Juanito. Es sentarse en su silla, cumplir las funciones que su cargo conlleva, reírle los chistes al jefe y a fin de mes esperar el depósito bancario y cada 6 meses la grati. Así, sin mas preocupaciones laborales que eso.
Juanito no tiene que preocuparse de conseguir y fidelizar clientes, ni de regularizar los trámites burocráticos administrativos necesarios para que una empresa funcione, ni de la logística, ni del marketing, ni de la contabilidad, ni de los servicios al personal, de pagar vacaciones, ni de gestionar cultura empresarial, ni de la innovación y desarrollo, etc. Todo eso lo tiene que hacer Pablito.
Pero a pesar de ser más simple, a mi no me gustaba ser Juanito. Y llegó el dia que tuve que aceptarlo, no me gusta tener jefe, no me gusta tener horarios, no me gusta
usar uniforme de pingüino, no me gusta hacer cosas impuestas. Tuve que aceptar lo que llevaba años evitando: era un patito feo. El que no le gustaba lo que a todo el mundo. Era el diferente.
Por más que intenté adaptarme, no
pude controlar la rebeldía que debió pero no lo hizo, quedarse en 9no ciclo de la universidad (de 12 que eran por siaca).
Siempre he cuestionado el porqué de las cosas, sobretodo de las decisiones. Cuando una persona le dice a otra “esto es asi” o “esto no es asi”, normalmente la respuesta es una actitud de “oh disculpa, gracias no sabia”. En contraste, mi respuesta siempre ha sido “Porque (no)?”
Siempre he cuestionado el porqué de las cosas, sobretodo de las decisiones. Cuando una persona le dice a otra “esto es asi” o “esto no es asi”, normalmente la respuesta es una actitud de “oh disculpa, gracias no sabia”. En contraste, mi respuesta siempre ha sido “Porque (no)?”
Una vez aceptada mi naturaleza,
sentí que tenia un problema. Lo tomé como algo negativo. Si no me gusta tener
jefe, nunca voy a ser feliz. Porque no se puede vivir sin jefe, sin trabajar
para una empresa que nos de una sensación de tranquilidad a fin de mes.

Luego de la primera impresión negativa, empecé a verlo como algo beneficioso. No debo hacer lo que todo el mundo, al contrario, debo aprender a explotar las características que me hacen distinto. No me gusta tener
un jefe, pues debo ser yo el que busque a quien necesite que yo le resuelva
algo. Debo empezar a crear necesidades en la gente que no sabían que tenían. O tal vez no sabían que yo podía
resolvérselas.
Que diferencia hay entre ir a pedir trabajo e ir a ofrecer un servicio? Si, mas fácil y rápido es la de Juanito, pero la de Pablito le traerá mas satisfacciones si sigue nadando a pesar del cansancio.
Que diferencia hay entre ir a pedir trabajo e ir a ofrecer un servicio? Si, mas fácil y rápido es la de Juanito, pero la de Pablito le traerá mas satisfacciones si sigue nadando a pesar del cansancio.
Al conversar con la gente me da
la sensación que yo sé algo que los demás no saben. Que todos tenemos nuestro
tiempo limitado y no debemos malgastarlo siguiendo una vida
monótona haciendo lo que que tenemos que hacer. Se puede vivir haciendo lo que queremos hacer.
Nunca el momento será el
perfectamente adecuado. Sobre la marcha se va aprendiendo. Todos
somos capaces de hacerlo. La diferencia es que algunos se atreven y otros se
sienten más tranquilos teniendo la costa a la vista.
Sabrá Juanito que Pablito sólo le paga un aproximado al 40% de lo que realmente produce?
Pues un 20% sirve para cubrir sus gastos operativos y el otro 40% se lo mete al bolsillo.
Pensemos un momento si somos Juanitos o Pablitos, antes que se nos acabe el tiempo.
Pensemos un momento si somos Juanitos o Pablitos, antes que se nos acabe el tiempo.
No digo que yo sea un Pablito, digo que no me gusta ser un Juanito.
No hay pato mas feo que el que no
arriesga.
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