Esta es la famosa historia de los
gemelos Fernando y Francisco. Se
originaron en una fecundación típica, es decir cuando un espermatozoide fecunda
a un óvulo, pero luego el embrión resultante se dividió accidentalmente en dos,
compartiendo el 100% de sus genes y el mismo útero por 9 meses.
De niños hacían todo juntos, de
la misma forma y al mismo tiempo. Uno
era la sombra del otro. Su padre, un banquero de la vieja escuela, siempre les
inculcó como regla firme, que debían buscar el éxito en la vida, cueste lo que
cueste, sin desanimarse a pesar de los obstáculos.
A medida que iban creciendo fueron
apareciendo sus diferencias. En el
colegio, Fernando era uno de los mejores
en matemáticas, mientras que Francisco empezó a destacar en el deporte. Ambos con la mentalidad que su padre les
inculcaba, que no había mejor resultado que el que se conseguía con el máximo
esfuerzo.
Ambos ingresaron a la misma
universidad, Fernando a estudiar Economía y Francisco Comunicaciones, a pesar
de las quejas de su padre. Al graduarse,
Fernando fue contratado por un banco. Trabajaba muy duro, ganaba muy bien y
podía comprarse casi todo lo que quisiera. En cambio, Fernando fundó en su
casa, una empresa de producción audiovisual.
Se dedicaba a filmar videos y editarlos. Ganaba poco y los clientes le pagaban
tarde.
Fernando trabajaba en el banco un
promedio de 12 horas diarias, que en días de tráfico denso, se convertían en
casi 14 horas. Salia de su casa a las 7
am y volvía sobre las 8:30 pm. Al principio le jodía dedicar tantas horas al
trabajo, pero era lo que tenia que
hacer, pues debía tener éxito en la vida, y terminó por acostumbrarse a su
ritmo de vida. Durante la semana no tenia tiempo para él, apenas hacía las
cosas que le gustaban y empezó a quedarse calvo y gordo antes de la treintena. Recibía el viernes con la misma intensidad que
recibía los lunes, pero con amplia diferencia de sentido. La euforia con la que
vivía sus sábados se contraponían al desgaste emocional de sus lunes. Pero tal era la recompensa a fin de mes por el gran cheque que le caia, que le hacia olvidarse de todo lo anterior.
Por otro lado, Francisco
trabajaba 8 horas diarias, que le parecían sólo 4, porque disfrutaba su
trabajo. Casi sin darse cuenta, su empresa había crecido y disfrutaba los lunes
tanto como los sábados. La motivación de hacer las cosas con alegría se
reflejaba en su grupo de trabajo y en los resultados de su compañía. Tenia
tiempo para hacer las cosas que le gustaban y salir con sus amigos. Manejaba
sus horarios y su forma de trabajar. Pero claro, él no podía comprarse las mismas
cosas que su hermano.

Ambos tuvieron familia, pero sólo
Francisco tenia tiempo para pasar con su esposa e hijos. Fernando no podía pasar todo el tiempo que
quisiera con ellos. Al principio le daba tristeza y remordimiento, pero luego
se acostumbró. Lo compensó con regalos
caros. Entonces para seguir el ritmo de los regalos costosos, debía trabajar
aún mas.
Fernando se jubiló del Banco a
los 65 años. Le regalaron un reloj. De ser altamente productivo y tener el
cerebro acostumbrado a solucionar problemas para el banco, pasó a comprar diariamente el periódico, a pesar de tener internet de alta velocidad, pues el médico le había recomendado hacer el
crucigrama y el sudoku para que su cerebro no se oxide. Podía irse a su casa de
playa los días de semana y visitaba a
sus hijos que vivian en el extranjero, porque les había podido pagar la carrera
ahí. Empezó a interesarse en el bricolaje.
Por otro lado, Francisco seguía
disfrutando del trabajo en la empresa que había fundado. Le encantaba lo que
hacía y no veía porque dejar de hacerlo. Nunca lo vio como trabajo, sino como un
pasatiempo lucrativo. Se había vuelto tan bueno en eso, que no le dejaban de
llover contratos, cuya correcta ejecución se encargaba de supervisar. Sólo hacía
crucigramas los domingos. No hacía sudokus.
Cuando Fernando murió, sus hijos
se repartieron la gran herencia. Cuando Francisco murió, sus hijos heredaron
sus acciones corporativas y el recuerdo una persona que vivió haciendo lo que
disfrutaba.
Uno vivió para ganar dinero, disfrutando
cuando podía, y el otro vivió para disfrutar, lo que lo llevó, sin proponérselo,
a generar dinero.
Cual de los 2 tuvo éxito en la
vida?
Si has contestado que Fernando,
estás dentro del alto porcentaje de personas cuya finalidad de vida es ganar
dinero. Si has contestado que Francisco, estás dentro de la minoría de personas
que piensan que el éxito es disfrutar de su dia a dia.
No hay respuesta correcta ni
incorrecta, pues cada quien tiene sus propias metas y el éxito consiste en
alcanzarlas. Una persona exitosa es aquella que consigue lo que se propone.
Pero no todos están dispuestos a pagar
el precio que ello conlleva. Porque el
éxito no cae del cielo. Como diría el padre de los protagonistas de esta
historia, no hay mayor victoria que la que se consigue con el esfuerzo que no
todos están dispuestos a realizar.
No todos están dispuestos a
trabajar 14 horas diarias, ni a hacer lo que les gusta hacer, sin tener
asegurado un cheque a fin de mes.
Nicolas Cage dándonos una idea más gráfica del éxito
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