martes, 28 de enero de 2014

Guia para ser abogado

Desde niño quise ser abogado. Veía en las películas y series de televisión a aquellos letrados con sus trajes Armani y sus debates bien lúcidos ante un Jurado expectante que debatía arduamente hasta darle la razón al abogado que tenia la corbata Ermenegildo Zegna y luego del veredicto la gente lo aplaudía y venia la chica guapa y le plantaba tamaño beso para dar pase a las letritas “The End” y los créditos de la película.

Con esos ejemplos quien no querría ser abogado?? Crecí con esa imagen del abogado exitoso, guapo, millonario y feliz.  Hasta ahora mismo, creo que decir que uno es abogado o médico suena un poco mas impresionante que decir otra profesión, sin desmerecer a ninguna de ellas. O tal vez esa idea tenga cada quien de su profesión.

Pero luego va uno a la facultad de derecho, haces los trámites que te pide la currícula, entre los que se encuentra estudiar para los exámenes. Terminas la carrera y te dan automáticamente el bachillerato. Así sin más, apruebas todos los cursos de la carrera y ya eres un bachiller en derecho. Claro que esto no te sirve para nada, pero te acerca cada vez más al título.

Luego sacas “fecha”. Sacar fecha es ir a la facultad y pedir dia para dar el examen de grado, con el que te darán el título, si es que apruebas, claro. Que te den fecha es como que te aprueben el crédito hipotecario. Saltas de felicidad, pero te pones mas nervioso porque a lo mejor no puedes terminar de pagarlo y tu record crediticio se va al garete de por vida.

martes, 7 de enero de 2014

El hombre mas feliz del mundo


La mayoría de la gente ha pensado alguna vez, que seria muy feliz si se ganara la lotería. Con ello podría comprarse muchas cosas, un auto nuevo, un depa nuevo, una casa en la playa, el nuevo Iphone, viajar alrededor el mundo, y comprar y comprar y comprar.

Tenemos ese chip incrustado en el cerebro que nos hace pensar que seremos felices si tenemos dinero para comprar algo nuevo. Y una vez comprado, al pasar del tiempo, eso que era nuevo se va haciendo usual, normal, ya no nuevo. Entonces querremos otra cosa nueva. La idea, consciente o inconsciente, es que mientras mas dinero tengamos, mas felices seremos.

Si bien es cierto que cuando te compras una cosa te sientes entusiasmado momentáneamente, creo yo que la felicidad no tiene nada que ver con las cosas materiales.  Es como un impulso. Es temporal.