Estuve meses intentando ubicar piso por internet antes de
ir, pero la cruda realidad me hizo reservar un hotel por 1 semana. El flujo de
encontrar piso se hace básicamente en persona, la gente quiere conocer
directamente al inquilino, asi que mis intentos por hacerlo por videollamada fueron
infructuosos.
Mi segunda candidez fue pensar que luego de 1 semana en un hotel,
iba a encontrar piso. Jajajaja se burló
la realidad de mi.
Lo único bueno del hotel eran su ubicación y la
recepcionista argentina. Aunque como no
conocía la ciudad, sólo iba del hotel a la escuela y de ahí salía a caminar
como si estuviese atado al mismo con una cuerda de unos 300 metros de longitud.
Salia, caminaba un poco y decía, ya hasta aquí está bien, y volvía por sobre
mis mismos pasos.
Buscaba piso por internet, llamaba, escribía, vi un par pero
quedó en nada. Tuve que sacar un piso en Airbnb por 2 semanas.
Estaba a 3 cuadras de la Sagrada Familia, mi compañero de
piso era Jose María Tarragó, un tio de unos 70 años que iba solo por la vida, no
tenía a nadie, por lo que rápidamente nos encariñamos mutuamente. Me contaba
sus historias de amores intensos en Marruecos, Italia, Panamá, India y etc. Era
un don juan que tenía historias por todo el mundo.
En ese momento, me
contó, se estaba trabajando a “una chavalilla de 45 añitos”.