viernes, 27 de febrero de 2015

La antológica irracionalidad del miedo embustero

Me levanté a las 4:30 am porque el taxi pasaría 1 hora mas tarde ya que tenia que estar en el aeropuerto a las 6 am. Cogió la Javier Prado, que a esa hora está totalmente libre, lo que emocionó al buen taxista, quien al parecer estaba manejando bajo las influencias del “pisa, pisa”.  Más de uno tendrá la fantasía de tener la Javier Prado vacia. Yo también hubiera “pisado, pisado”.

Llegamos al aeropuerto en increíbles 20 minutos. Fui rápido a la zona de embarque para disfrutar de ese tiempo tan placentero en el aeropuerto previo al vuelo. Amo los aeropuertos y sus tienditas super caras que venden cosas que no comprarías en una tienda de la ciudad, pero en el aeropuerto si a pesar que sabes que no las necesitas. El olor a café, los avisos en los altavoces, la gente sacándose la ropa en los controles de seguridad, el sonido de las rueditas del carry on, todo en conjunto hace que los aeropuertos sean de mis lugares favoritos. Sólo de ida.

miércoles, 11 de febrero de 2015

El síndrome de freiesleben

De pronto sintió la necesidad de aumentar la velocidad, para disfrutar del poder de su reciente estrenada camioneta negro metálico casi sin rasguños, alborotada con faros neblineros en todo el frente y el techo para alumbrar hasta el último rincón de la oscuridad, haciendo los cambios cada 40 metros hasta llegar a la sexta velocidad en tan sólo unos segundos, liberando una dulce sensación de adrenalina al verse sobrepasando a los 200 km/h en la calle 42, pasando con nulo interés por Times Square, haciendo caso omiso a los pocos semáforos que aún funcionaban, para llegar con la mayor rapidez posible, sin necesitarlo, al East River antes de las 11:30 de la mañana.

La sensación de libertad de poder transitar a tal velocidad en una avenida en la cual normalmente se hace a un máximo de 40 km/h debido al denso tráfico, le daba una satisfacción enorme, casi de sentirse el dueño del mundo. Y en cierto punto lo era, pero no de la manera que hubiese querido.