jueves, 9 de julio de 2015

La triste historia de un pecho frio llamado Lionel

Cuando tenía 16 años no lo conocía nadie, sólo su mamá y la señora de los helados. Ya jugaba en el Barcelona y la Federación Española lo quería para su selección así que le hicieron la propuesta. Él la rechazó. Quería jugar con su país, sin tener la certeza de que algún dia lo llamarían y con el riesgo que España retire su oferta en el futuro, con lo cual se quedaría sin jugar en una selección. Asumió un riesgo que la mayoría de los que lo critican nunca ha asumido.

Si Messi se iba con España, a la fecha habría ganado lo mismo en el Barcelona y además sería multicampeón de selecciones: campeón del Mundo 2010, de 2 Eurocopas y nunca sabremos  donde hubiese llegado España en Brasil 2014 si Messi jugaba con ellos.  Pero igual se le criticaría de oportunista y de traicionar a su país, o de cualquier cosa, porque es natural en el ser humano querer bajarse al mejor, al que sobresale, porque eso es más fácil que intentar escalar hasta donde está él. Por envidia e incapacidad de superación, se tiende a odiar al que le va bien.