Cada vez se va incorporando más
gente. Aquella última vez éramos 11,
aunque nunca faltan los que te dicen “si, voy de hecho” y nunca aparecen, y los
que sin mucho problema y sin importarles el bulleo virtual que su conducta
ocasionará, se retiran de la conversación sin haber dicho ni jota. Recuerdo hace algunos años, hubo uno que de
tanto pressing que se le hacia para que conteste los correos, respondió “a mi
no me pagan por responder correos”.
Ya se imaginan que fue lo peor
que pudo hacer, le spameamos el correo hasta con montajes en photoshop, de
hombres calatos en uniformes de latex en situaciones poco artísticas. Y obvio,
se le ponía su cara. Cada que llegaba a
su oficina por la mañana, tenía en su bandeja unos 20 correos que incluían
fotos montadas con su cara. Ahora no seriamos tan malditos y tan sólo le
haríamos unos memes. Es que ya vamos madurando. Y él ya no se atrevió a ser tan
descortés luego de ello.