Sabes que hacer un sábado de
verano en Lima cuando la mayoría de tus amigos están en la playa?.
El sábado pasado no tenia nada que hacer. Así que por la mañana saqué la bicicleta, pero no para pasear, sino con la intención de regresar con la rodilla raspada o el short roto, como cuando eras chibolo y te lanzabas a hacer saltos como si la superficie en la que caes fuera de goma. Es adictiva la sensación de libertad que da subirte a la bicicleta y acelerar al máximo sintiendo el aire en tu cara. O sino, la clásica manejada sin manos balanceandote con los brazos para mantener el equilibrio. Todo ello escuchando buena música, un clásico de Bobby Marley para mi y para ti la música que prefieras. Y de yapa, liberas endorfinas, que mas?
El sábado pasado no tenia nada que hacer. Así que por la mañana saqué la bicicleta, pero no para pasear, sino con la intención de regresar con la rodilla raspada o el short roto, como cuando eras chibolo y te lanzabas a hacer saltos como si la superficie en la que caes fuera de goma. Es adictiva la sensación de libertad que da subirte a la bicicleta y acelerar al máximo sintiendo el aire en tu cara. O sino, la clásica manejada sin manos balanceandote con los brazos para mantener el equilibrio. Todo ello escuchando buena música, un clásico de Bobby Marley para mi y para ti la música que prefieras. Y de yapa, liberas endorfinas, que mas?
Hace cuanto que no montas bicicleta?
Te acuerdas lo divertido que era? Pero ahora la falta de tiempo, o tal vez la
comodidad (vamos del ascensor al auto y viceversa) nos han alejado de la bici.
Súbete a la bici, acelera, siente el
aire en tu cara, maneja sin manos, salta el sardinel. Hazlo sin pensar en “uy q
roche si me caigo”. Nadie te esta mirando y si lo están haciendo a nadie le
importa si te caes y si les importara, luego de 5 segundos nadie se acordará de
ti. Haz las cosas como si estuvieras sólo en el mundo y nadie te ve, asi todo es mas divertido. Como Will
Smith en “Soy leyenda”.
Luego de ello un
rehidratante heladiiiiii y listo!
Me dio la 1 pm y ahora que?
Mientras me daba la ducha relajante, meditacional y exfoliante (osea una
ducha de esas que te pones bajo el agua
por "horas" mandando al calentamiento global a hacer puñetas) se me ocurrió
que era buena idea probar por primera vez el Metropolitano. Total, sábado no
hay nadie en Lima, va a estar vacio.
Pero me subo y luego que? Tenia que tener una excusa para usarlo. Podia
irme al centro, a visitar el Mali, La Biblioteca Vargas Llosa
en la Estación de los Desamparados, la Casa Osambela, el Museo Nacional de la Cultura, el Museo Postal y Filatélico, la Casa
Aliaga, el Convento de San Francisco con sus catacumbas etc, etc.
O me podía ir de bares!! O como
lo llaman en la cultura anglosajona irme de bar-hopping.
La decisión era mas que obvia. Me voy de bares. Sacando mentalmente la ruta, empezaría del mas
profundo y terminaría en el más cercano. Al menos de los que conozco.
Cuando el agua se enfrió y me
hizo saltar fuera del chorro me di cuenta que otra vez me había quedado dormido
en la ducha. Me prometí trabajar en mi concientización sobre el ahorro de los
recursos naturales. Pero por ahora callaría mi conciencia con un par de chelas bien helenas para la calor
que está bien maloy.
Un par de llamadas (en verano no
hay quórum mayoritario) y la concentración sería en el Cordano.
La idea era viajar en
Metropolitano, pero se me hacia tarde, habíamos quedado a las 4. Así que taxi
nomás, caballero. Espero que las autoridades no se levanten en peso el metropolitano
antes de poder usarlo.
El bar Cordano, operativo desde
1905, al costado de Palacio de Gobierno, ha sido visitado por ex-presidentes como
Morales Bermudez, Velazco Alvarado, Belaunde Terry, Toledo Manrique y se
comenta por ahí que Garcia Perez se daba sus escapadas nocturnas. Es un bar que se ha quedado atrapado en el
tiempo, al entrar tienes la sensación de estar en la Lima de los años 20 o 30.
La idea del bar-hopping (lo pongo en inglés porque es mas cul weona) es tomarse sólo 1 cerveza en cada lugar. En teoría estos “tours relajantes” se hacen para probar los pisco sours del centro y se toma uno en cada lugar visitado. Pero yo lo hago con cerveza por razones que luego verán.
Despues de 1 cerveza,
algunas fotos y el clásico pan con jamón del norte, toca enrumbar a nuestro siguiente destino. De
camino, en la Plaza Mayor, me entretuve con una boda múltiple en la capilla de
la Catedral. 4 novias queriendo entrar al mismo tiempo mientras los choferes de
los carruajes que las dejaban en la puerta se peleaban entre ellos pues no se
dejaban espacio para estacionar en la misma puerta. Mientras las novias subían
casi al mismo tiempo los escalones hacia la capilla, los choferes se retaban con el clásico “bájate pe ón”
delante de todos los curiosos que divertidos mirábamos la escena. Cuando tenga
mi Vlog grabaré todas estas experiencias que nos ofrece nuestra multicultural
ciudad.
Fue cuando me di cuenta de la enorme
cantidad de gente que había en el centro. Yo pensaba que “todo el mundo” estaba en la playa, pero al parecer eso sólo ocurre
en los 5 distritos dentro de los cuales me muevo. Que diminuta mi realidad.
Seguimos por Jiron
Carabaya hacia el Bar del Hotel Bolivar, clásico por su Pisco Sour Catedral.
Pero en el camino se nos cruzó un bar que no tiene nada de clásico. Se llama
Yield Bar, está en la plaza San Martin y ponen buena música alternativa a lo sargento (parece mas un bar barranquino
o miraflorino). Me tomé la segunda chela (de 620). Lo pintoresco es que en la
terraza hay una rocola donde puedes poner la canción que quieras. A 1 sol
nomás.
Seguimos al Bar del Hotel
Bolivar. Ahi me dije que podria tomarme un Catedral, sólo uno, nunca tan pollo. Error.
- - Señor, me puede decir donde está el baño? (yo)
- - Si señor,
atrás de la barra, bajando las escaleras. (el
señor)
Al bajar las escaleras te encuentras con unos tétricos pasillos,
esos en los que en las películas aparecen niñas en vestido antiguo y blanco de primera
comunión, mirándote fijamente con los ojos ojerosos y con una
muñeca rota en la mano y con la otra señalando hacia la nada. Ahí, en esa nada, está el baño de hombres.
Nuestro próximo destino fue el
Estadio Fútbol Club, que está casi en frente del Hotel. Cuando entras, a tu
mano izquierda hay una mesa con un muñeco tamaño real de Cristiano Ronaldo, en
la que no me iba a sentar. Ahí me di cuenta que estaba mas alegre de lo que
pensaba. Los mozos, bien buena onda, me miraban y se rieron cuando les dije que
me queria sentar con Messi. Me dijeron que ya estaba ocupado, pero que tenían
libre a a Cristiano Ronaldo y Pelé. Pufff que par de antipáticos, pensé. Vamos a
sentarnos con Pelé a escuchar sus tonterías (el tio ya está pa allá, seguro nos
empieza a hablar de sus experiencias con Pfizer). Pero es un muñeco, me dijo
amablemente el mozo, no habla. Venga, va.
- Caballero, cerveza para
todos en jarra de cerámica de litro. (yo)
- En seguida señor, y
un par de salchipapas también verdad? (el señor con cara de desaprobación)
A la mitad de la cerveza vi que la pareja que estaba sentada con el muñeco de Messi
se paró para irse, a lo cual me abalancé sobre él de tal manera que casi
termino rompiéndolo, cual Pepe, el del Real Madrid,
para la foto de rigor. En el camino de regreso hacia mi mesa sentía que las
sillas se cruzaban en mi camino. Esas salchipapas necesarias estaban demorando.
Cuando llegaron no duraron mucho (pruébalas!!). El ambiente futbolero bien
detallado del bar amerita varias visitas a futuro. Sobre todo para ver los
partidos del Perú de Bengoechea.
Al salir me di cuenta que la
gente esperaba para sentarse en la mesa con Messi. En cambio la mesa de
Cristiano Ronaldo siempre estuvo vacia. Sólo 1 comentario imparcial.
Nuestro siguiente destino, el
Rincón Cervecero, que está como a 1 cuadra (creo). Aquí ya entramos
bailando, cantando y en trencito, como
el corso de la hora loca de los matris. Tener en cuenta que ya tenia en mi cuerpo 1 cerveza chica, 1 de 620, 1 Pisco Sour Catedral y 1 jarra de litro de cerveza en mis venas.
Le pedimos al señor 1 cerveza rápida (de medio litro nomás) porque aun nos faltaba un destino y ya estábamos lindos. Una vueltita por el Biergarten, fotos con los muñecos ataviados con trajes típicos (Dirndl y lederhosen creo) y salir tal como entramos, pero ahora esquivando mesas.
Le pedimos al señor 1 cerveza rápida (de medio litro nomás) porque aun nos faltaba un destino y ya estábamos lindos. Una vueltita por el Biergarten, fotos con los muñecos ataviados con trajes típicos (Dirndl y lederhosen creo) y salir tal como entramos, pero ahora esquivando mesas.
Justo en frente nos esperaba otro clásico, el Munich,
cruzando el Jirón de la Unión. Pero a estas alturas cruzar la pista de 3 metros
de ancho (de una vereda a otra) era todo un reto. Nos recordé al juego de la rana Frogger.
A las 10 de la noche las mesas están ocupadas. Encontramos una al lado de la barra. Hay mesas largas de madera que puedes compartir con otros comensales, tal como supuestamente ocurre en las fiestas populares alemanas.
Pedimos jarras de cerámica de medio litro de cerveza mientras sonaba música de Coldplay al piano (chevere le sale al tio, la verdad) para terminar la jornada entre discusiones sin sentido de porque la tierra es redonda y no nos caemos cuando está rotando. Es lo que hacen estas rutas del pisco. Eso y lo de "donde están los 50 soles que acabo de sacar del cajero??".
Pedimos jarras de cerámica de medio litro de cerveza mientras sonaba música de Coldplay al piano (chevere le sale al tio, la verdad) para terminar la jornada entre discusiones sin sentido de porque la tierra es redonda y no nos caemos cuando está rotando. Es lo que hacen estas rutas del pisco. Eso y lo de "donde están los 50 soles que acabo de sacar del cajero??".
A las 11 pm estaba en casa. Con
ganas de otra salchipapa.
La próxima la hago en Barranco, empezando por Juanito y Piselli, dos bares con
historia y ya luego los lugares van fluyendo.
)
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