miércoles, 22 de abril de 2015

David se convirtió en Goliat sin pasar por el gimnasio

Desde la época paleolítica las personas se han visto obligadas a utilizar la fuerza para lograr su superviviencia y consecuente evolución. Desde salir a cazar alimento, hasta entablar guerras  para esclarecer conflictos territoriales, adquisición de fuentes de energía o simplemente para calmar la agresividad del ego de ciertos personajes lamentables.

Estando en la época de la tecnología digital y con los avances a velocidad del rayo de los que afortunadamente somos testigos, las personas seguimos dependiendo de la fuerza para una mejor existencia. Sólo que la fuerza que necesitamos ya no es tanto física, ahora predomina la fuerza mental.

La fortaleza mental es la que nos permite lograr nuestros objetivos superando la enorme cantidad de obstáculos que pueden haber en el camino hacia lo deseado. 

Si crees que aún no logras desarrollar tu máximo potencial y te gustaría hacerlo, puedes empezar tomando en cuenta estos hábitos:

1) Asimila que la vida tiene momentos duros. Los golpes de la vida son inevitables, así que lo mejor es estar preparado para recibirlos. No te lamentes por lo malo que te pasa, porque te está haciendo más fuerte. Está bien caer, pero es necesario levantarse y nadie más que tú lo puede hacer. El dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional. Depende de tu actitud.

2)  Disfruta lo cotidiano. Un proverbio budista dice que si eres capaz de apreciar la belleza de una flor, tu vida cambiará. Antes cuando salía a correr, se me cruzaban volando unas mariposas y las apartaba con la mano. Hasta que un dia me di cuenta que eran de color amarillo fosforescente. Ya no las aparto, ahora las contemplo. Cuando voy a la playa me quedo mirando el mar mientras juego con la arena por horas. Las cosas se vuelven simples y cotidianas cuando dejamos de apreciarlas. Empieza a reasignarle valor a lo simple. Las cosas gratis también dan felicidad.

3) Aparta las opciones. Cuando tomes una decisión, entierra y olvida las opciones descartadas. No llegarás muy lejos si sigues pensando en ellas. Concéntrate en la que escogiste, usa tu energía para alcanzar la meta elegida y no para cuestionar tu decisión. Confía en que te irá bien y lucha porque así sea. Pelea a muerte por tu opción, será la más correcta si así lo quieres.

4) No te compares con los demás. Si juzgas a un pez por su capacidad de trepar árboles, vivirá pensando que es un inútil. Todos tenemos virtudes en las cuales somos más diestros que los demás. Busca las tuyas, desarróllalas y  te destacarás en ello. Deja de compararte y empieza a aumentar la fuerza de tus virtudes.

5) No le des importancia a lo que los demás puedan pensar de ti. Es uno de los pensamientos más limitantes. Somos mucho más efectivos cuando dejamos de buscar la aceptación del 100% de personas. Hagas lo que hagas, sin importar como lo hagas, siempre va a haber quién te critique, pero eso no te hace daño. Los que hablan o se burlan de los demás lo hacen para distraerse de sus propias limitaciones. Mientras más hagas hablar a los demás, es porque mejor te están viendo. Esta es la película de tu vida y tú eres el protagonista. Haz lo que quieras con tu vida, al final tú serás al único que tendrás que rendir cuentas.

6) Acepta tus errores. Somos humanos y tenemos derecho a cometer errores. Todos tratamos de hacer las cosas lo mejor posible pero es normal  meter la pata. No le des tanta importancia. No intentes ir por la vida haciendo todo perfecto, no es posible. Libérate. Por lógica, mientras más errores cometas, más cerca de la perfección estarás. Vas a seguir cometiendo errores toda tu vida, pero debes tomarlos como aprendizaje. Disfruta tus errores, sácales el jugo.

7) Aprende a decir que no. Muchas veces nos comprometemos a algo que no queremos hacer para no quedar mal diciendo que no. No tenemos que estar siempre dispuestos para lo que los demás quieran.  Tú decides que quieres y que no quieres hacer, que te gusta y que no te gusta. Si no te provoca algo sólo di que no, sin dar explicación.  Dar mucha explicación, denota debilidad e inseguridad. Sólo di que no cortésmente. Si por ello alguien se ofende, es su problema. Somos  responsables de lo que decimos, no de lo que los demás  entienden.

8) No siempre vas a ganar. Las cosas no siempre saldrán como quieres, asúmelo y no te encapriches con un resultado. No gastes energía lamentándote porque algo no salió como querías. No te estanques en un resultado negativo, sigue luchando por aquellas otras cosas en cuyo resultado aun puedes influir.  A pesar de las derrotas, la vida sigue y tienes que estar atento para disfrutarla. Un cúmulo de pequeñas derrotas, produce una gran victoria.

9) Lo mejor aún está por venir. Ya no puedes volver a vivir tus victorias ni alegrías pasadas. No puedes retroceder en el tiempo, no te ancles en el pasado. Sólo puedes ir hacia delante. En este momento estás próximo a vivir nuevamente experiencias gratificantes y placenteras. Deja ir el pasado, ahora concéntrate en todo lo bueno que está por venir. Si lo disfrutas tan sólo con pensarlo, imagina como será vivirlo. Se viene lo mejor.

10) Controla tus pensamientos. Normalmente dejamos que nuestros pensamientos fluyan sin control y manejen nuestra vida. Hay que cambiar eso y empezar a controlar nuestros pensamientos. Somos lo que pensamos. Has oído hablar del libro “El Secreto”? No es más que gente que controla sus pensamientos y se potencia con ellos. El que piense que puede, podrá, el que piense que no puede, no podrá. Controlar los pensamientos es la piedra angular del éxito en cualquier proyecto.

Tienes otros hábitos para fortalecer la chimba? Cuéntame



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