Estos últimos dias el clima no
sabe si ya guardar las lluvias y sacar permanentemente el sol. Esta loco, que
si que no que si. Lo bueno es que de a pocos se va convenciendo que mucho
tiempo de frio no le hace bien al humor de la gente.
Hace un par de sábados salió un
sol de verano caribeño. Esa mañana tenia q recoger los resultados de unos
exámenes oncológicos (prevenir antes que curar, háganse su chequeo!) y luego
volviendo a casa mientras manejaba viendo el sol, me provocó agarrar el libro
que tenia en mi mesa de noche e irme al parque a darle unos cuantos mordiscos
visuales. Total, das wetter ist sonnig und der tag ist schön (tengo que
practicar mi alemán xq sino la profe me ladra). Ello significa algo asi como
“el clima esta bueno y el dia soleado”, para los que no hablen el idioma del
futuro (ya q este paso, la Alemania de Merkel va a cumplir el sueño de Hitler
de conquistar Europa, sólo que lo hará sin armas, lo hará en los despachos de
los bancos. Pregunten sino a los españoles que ya están colmando los institutos
de alemán, mientras que los de ingles siguen vacios).
Al llegar a casa, dejé
mis cosas, me lavé la cara (me gusta secarme la cara al sol) tomé mi libro, mis
audífonos y salí no sin antes pasar por el baño xq me esperaba un buen rato de
lectura en el parque y no queria que mis funciones biológicas hagan de las
suyas mientras estoy a 4 cuadras de mi baño.
Me fui al parque San Francisco de Asis, que queda al frente de la Capilla del Santisimo Nombre de Jesús, en chacarilla, a unas 2 cuadras del pentagonito. Lo han arreglado muy bien y está bien cuidado y cuando die sonne scheint PONE para pasar el rato. Asi que me fui para allá con mi libro y mi soft chill out music para sentarme a leer.
Tal vez muchos de ustedes pensarán
que es algo como que raro ir a leer al parque. Yo también lo hubiera pensado.
Porque aquí no es común verlo. Pero cuando viví en España, apenas sale el sol
(depende de la ciudad, pues yo vivía en Valencia donde hay sol 300 dias al año)
la gente corre a los parques con sus hijos, amigos, familiares, etc a disfrutar
el dia. A montar en bici, caminar y hacer lo que sea. Una de las cosas que mas
se hace es ir a leer un buen libro al sol. Y ojo, dije BUEN libro, xq si vas a
llevar tu libro de “Macroeconomía en la realidad Árabe del siglo 21 y su
influencia en la coyuntura disgregada de las compañías de energía y combustible
del mundo occidental” te vas a quedar dormido sin disfrutar del dia.
Había muchos niños jugando con
sus niñeras, que tenían 2 perros cada
una, mientras el equipo de vóley femenino infantil de algún colegio entrenaba
para el campeonato de turno y abuelos mirando atentamente todo lo que podían. No
tenia un árbol en el cual apoyarme o buscar relativa sombra en caso el sol se
ponga bravo, porque ya estaban ocupados. Se siente bien estar en contacto con
la naturaleza, sentado en el césped del parque y dejando que el sol en tu cara
te ponga de muy buenos aires.
Grupo de chicas culturizándose y aprovechando el sol
Estaba sentado en el jardín a la
mitad de todo. Puse la música a un volumen bajo y empecé a darle al libro. Es
de mi autor favorito, Ken Follet. Escribe sobre temas históricos con una
narrativa clara y exacta, con una historia central que hace que te enganches y
el libro de 1,200 páginas te lo hagas en menos de 1 mes.
El primer libro que lei de Follet
fue “Los Pilares de la Tierra”. Cuenta la historia de la familia de un albañil
en la Inglaterra medieval, en la época de la anarquía inglesa del siglo XII.
Incluye intrigas, abusos, asesinatos, caballeros, duques, herreros, princesas
sin trono, injusticias, deliciosas venganzas y movimientos políticos para
escalar en el poder. Cuando empecé a leer la primera de sus 1,000 páginas me
gusto y sin darme cuenta había leído 100 páginas en cuestión de horas.
El libro que estoy leyendo ahora
es El invierno del Mundo, que situa la
historia en los años previos al inicio de la segunda guerra mundial. La
historia es igual de adictiva en todos los libros de Follet.
Estuve leyendo en el parque como
1 hora. De rato en rato levantaba la cabeza para ver a la gente. Los niños
corriendo, los perros cagando, las niñeras gilenando con los serenazgos, etc.
Un dia super entretenido. Buen clima y sol, oler un rato el césped recién
cortado, buena música y un muy buen libro. Fue una muy buena inversión gastarme
1 hora de mi dia leyendo al sol. El feeling es bravaso.
Cuando terminé y me
desconecté por completo de la lectura, vi como una señora toda pipirisnice, con
joyas y todo, esperaba mientras su perro cagaba justo en frente de donde había
un grupo de niños jugando. Apoyada ella en el cartel de “Recoja las Excretas de
su Perro” mientras hablaba (o se hacia la que hablaba) por su celular.
Obviamente la muy educadita mujer recogió las excretas de su can……. Jajaja no
pues, obvio que no lo hizo. Habia un serenazgo justo detrás de ella que debió
decirle que eso estaba multado, pero claro, el hombre estaba mas interesado en
si la panchita le daba su teléfono para llamarla el domingo e invitarla al food
court del primavera park plaza, que ni cuenta se dio.
Asi que decidí irme, pero para
volver a hacerlo. Leer es una costumbre que se ha perdido. Muy pocas personas
lo hacen. A menos que sea periódicos (el otro dia me enteré que el Trome es el
diario mas leído en todo el mundo de habla hispana) o revistas de peluquería,
ya no se lee. Ahora hay televisores de pantalla plana, play station, tablets y
otras cosas con las que llenamos nuestro tiempo libre.
Pero intenta un dia coger un buen
libro, y date una hora leyéndolo al sol, en el parque o por último en tu casa,
pero no en tu cama, deja la cama solo para dormir (o hacer otras cosas en las
cuales un libro sobra!). Hazlo en un lado en el que normalmente no estás. Los
pequeños placeres de la vida nos hacen mas felices. Sólo que los hemos
menospreciado con el tiempo.
Leer hace que
tu imaginación se dispare, como cuando eras niño. Tu imaginación hace
que veas lo que quieras ver y que sientas lo que ella te diga. Al leer un
libro, tu pones las imágenes y sonidos que quieras. Haces que tu cerebro
trabaje muchísimo y encima te diviertes como cuando eras niño y te contaban
cuentos, tu te los imaginabas como tu querías. Esto es lo mismo. Ahora los
cuentos te los puedes contar tu, con la ayuda de un buen libro. Y si algún dia
pasan la película de aquel libro que una vez te cautivó dirás que la película
no es nada en comparación al libro. Claro, en la película tu ves lo que otros
quieren que veas. En el libro lo ves como tu quieres verlo y además los efectos
especiales que le pone tu cabeza, jamás los verás en una pantalla.
Los pequeños placeres de la vida,
como la lectura y el estar en contacto con la naturaleza son cosas que hemos
dejado de apreciar, pero cuando vuelves a ellos, te das cuenta que es algo sano y divertido. Cuando tengas tiempo, deja el control remoto de la
tele o de la play station, y sal a leer un rato. Lo disfrutarás. Y nunca
vuelvas a decir “yo me espero a que den la película” xq la mejor producción de
una película, no le llega al tobillo a lo que tu mente crea mientras vas
leyendo.
Disfruta las cosas simples de la
vida, que es algo fácil, gratis, cómodo y muy satisfactorio. Disfruta de un
buen libro.
La próxima vez que salga el sol
un fin de semana, volveré al parque para seguir leyendo a Ken Follet y a
ver si la panchita ya atracó y le soltó el número al serenazgo número 076.
Disfruta!!
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