El sabio consejo de la rana al león

Todos tenemos días mas fluyentes que otros, hay días que la inspiración está a flor de piel, mientras que hay otros en los que puedo quedarme mirando la pantalla de la computadora sin que salgan las palabras.

Hay otras veces que empiezo a escribir oyendo el suave sonido del tic tic tic tic tic  de las teclas, pero luego, al leer lo que he escrito me doy cuenta que mas que un documento,  es una sopa de letras sin significado ni sabor.

Hoy es un dia de esos, sigo mirando la pantalla esperando inspiración, tanto así que quien me viera pensaría que estoy ansioso porque termine la descarga de algún archivo triple “X” o en el peor de los casos, pensaría que ya lo estoy viendo con absoluta concentración. Como cuando vas a servirte un café y tanto de ida como de vuelta ves a toditos mirando atentamente su pantalla como si en 15 minutos tuvieran que entregar el mayor proyecto laboral de sus vidas, pero en realidad están en youtube viendo el capítulo del día anterior de mi amor el wachiman.

Entonces miro a mi derecha y veo por la ventana, que  la calle se está entregando sin tapujos al placer delicioso que le brinda el solazo que brilla con sonriente alegría, sabiéndose que es la vedette del verano.  Subo la mirada y veo la copa de los árboles moviéndose de un lado para otro, como buscando generar una corriente de aire frio que los refresque de los 26 grados de temperatura. En la computadora está sonando una sesión de Deep house que evoca a un atardecer o sunset en aquella playa que tanto te gusta.

Esta combinación de lo que estoy viendo y lo que estoy oyendo me genera una sensación de felicidad inocua, simple, de esas por la que los días malos son menos malos y los buenos son mas buenos.

Me detengo a pensar, nuevamente, en que consiste la felicidad y como podríamos vivir permanentemente en ese delicioso estado, ese que te hace valorar el ver por la ventana a un árbol que se está achicharrando con el calorazo que hace.

Separemos de este contexto que la felicidad consiste con tener cosas materiales, pues el comprarse cualquier cosa desde un chocolate hasta una casa en la playa nos da a todos obviamente una sensación de satisfacción que podría confundirse con felicidad, pero como ya he comentado en anteriores publicaciones, esta felicidad inducida por algún agente externo, como una compra, es meramente temporal, pues cuando el objeto de nuestra adquisición se vuelve normal, deja de brindarnos felicidad y al contrario, pasa a tener una función que debe cumplir siempre y cumplirla bien. Y ahi buscamos algo nuevo en lo que gastar nuestro dinero para inyectarnos la dulce aguja del juguete nuevo, cuyo efecto se desvanecerá tarde o temprano.

Fuera del gimnasio hay una señora que vende jugos y un dia la vi cargando su cooler (seguro habrá alguno que necesite la aclaración que el cooler no tenia rueditas) y sus cosas para ir a su lugar de trabajo y la pobre señora estaba sudando del esfuerzo porque tenia que caminar aún buena distancia. Esta señora debe ganar poco, debe venir de algún lugar alejado, en micro, luego de lo cual debe caminar un trayecto considerable cargando sus cosas para luego preparar los jugos en el puestito que la espera fuera del gimnasio. Una rutina dura, cansada y con poco premio económico.

Sin  embargo la señora no para de conversar y literalmente morir de la risa todo el dia. No importa el dia o la hora, la señora siempre está dándole a la exprimidora de naranjas como una máquina. Y todo el dia riéndose de lo mas rico. Veo a la gente que entrena y que debe ganar más o tener trabajos menos matadores, pero sólo son algunos los que eventualmente esbozan alguna sonrisa. Pero de carcajadas sólo la señora y todos los días. Puede tener días buenos y malos, pero siempre va la señora a punta de carcajadas. Ahora mismo estoy escuchando en mi mente las carcajadotas de la señora y me estoy empezando a reír sólo, porque es contagioso. Una persona feliz es magnética, todos nos sentimos atraídos por personas felices, porque la felicidad es contagiosa.

Que tendrá en su cabecita esta señora para andar todo el dia cagándose de la risa? De donde saca toda su energía o alegría? Evidente es que no las saca de las cosas materiales que se compra o del dinero que gana. He llegado a la conclusión que la señora es feliz porque sabe que está viva, sabe que hay que disfrutar de la cortita vida que tenemos. Es algo que suena tan obvio, pero como dije alguna vez, la mayoría de la gente no nos damos cuenta de eso porque vivimos en automático.

Cuando viví en España, éramos un grupo grande de peruanos que nos juntábamos seguido. La mayoría había estudiado una maestria y trabajaba. Pero había uno que no trabajaba, no estudiaba y ni si quiera tenia papeles. Era un ilegal. Llegó con visa de turista y se le venció, se quedó y al ser ilegal no podía trabajar, mas que ciertos trabajitos en negro o por lo bajo. Pero era el más alegre de todos. Todo el dia se reia, todo el dia andaba contento, todo el dia esparcía alegría. Hasta cuando se enteró que su enamorada se había levantado a todos sus compañeros de piso, él seguía siendo el más feliz de todos. Cierto es que también se quejaba de todo, pero fuera de eso era el más alegre.

Un  sábado vino a buscarme, contentísimo, me dijo que lo acompañara al supermercado. En el camino me dijo que le habían pagado de una chambita que había hecho y que ese día, él se la iba a poner. Compró cervezas y piqueos, no dejó que yo pague nada. Tal era su emoción, que no había cogido carrito de las compras y cargaba todo en sus manos. Imagínense una niño que entra a un fábrica de dulces y le digan que se puede llevar todo lo que pueda cargar con las manos, entonces coge un montón de cosas, tanto como puede. Pero claro, en el camino, los dulces se le van a ir cayendo de las manos. Y a él le pasó lo mismo, estaba como abrazado a lo que estaba comprando, y entonces de la emoción se le cayó una botella de cerveza en medio del supermercado.

-Plassssst!!! Sonó. Y en eso por los parlantes la encargada diciendo: Por favor limpiar pasillo 3 que se ha caído una cerveza. Y en eso él, con las rodillas semi flexionadas del peso que estaba cargando y por haber intentado agarrar la botella con las rodillas al caer, recibió las miradas juiciosas de todos.

Y saben que hizo? Se cagó de la risa y siguió feliz hacia la caja para pagar lo demás.

Decir que el dinero no hace la felicidad es un cliché, pero al parecer es correcto. Te da comodidad o tranquilidad, pero la felicidad es indistinta si tienes o no dinero. Depende de cada uno ser o no ser feliz.

Independientemente de lo económico, hay ciertos hábitos que pueden hacernos un poquito mas felices:

1) Sonreir : Estamos acostumbrados a sonreir cuando estamos alegres. Al hacerlo al revés, sonreir sin tener motivo, hará que enviemos un mensaje al cerebro de que estamos alegres, el cerebro lo recepciona y lo transformará en sentimiento. Por eso no hay que esperar a estar contento para sonreír, la ecuación puede funcionar al revés, el valor de los factores no altera el producto. Sonríe.

2) Pensamiento positivo: Incluso cuando sepas que vas a tener un dia muy agitado, piensa que vas a disfrutarlo al máximo. Esto se llama programación neurolingüística, algo asi como dirigir tus pensamientos. Si piensas que vas a tener un buen dia tu cerebro subconsciente lo creerá y hará que te sientas emocionado.

3) Siente la gratitud: La idea de expresar gratitud es darnos cuenta que nos han hecho algún bien y por ello agradecemos. No agradezcas sólo por educación, agradece porque en verdad esa persona ha hecho algo que te beneficia. Siéntelo.

4) Ayuda: Es de las cosas que más satisfacen, el ayudar a los demás. No importa que o cómo, sólo ayudar sin intención, sin esperar nada a cambio. Ayuda a quien lo necesita y te sentirás orgulloso y satisfecho contigo mismo. En un capítulo de Friends, Joey decía que ayudar era un acto egoísta porque nos hacía sentir bien. Tal vez Joey era un genio y tenía toda la razón. No importa si ayudar es un acto egoísta para hacernos sentir bien a nosotros mismos, si ayudas haces feliz a alguien y también te haces feliz a ti, es felicidad 2 en 1.

5) Socializa: Hay personas con las que nos cruzamos todos los días  y con la justa sabemos cómo se llaman. Pregúntales como están, como se sienten, como les va, preocúpate un poco por ellas. Verás cómo las sonrisas empiezan a aparecer en su cara y la satisfacción en tu pecho.

6) Valora lo cotidiano: vivimos tan apresurados, que muchas veces no nos damos cuenta que las cosas pequeñas, cotidianas y normales son apreciables y disfrutables. Hace un rato por la ventana vi que los árboles se movían con el viento, algo que nunca antes valoré. Tratemos de apreciar y valorar las cosas normales, las que tenemos delante de nuestros ojos pero no les prestamos atención.

7) Hacer deporte: Todos sabemos que el deporte libera serotoninas y endorfinas. No esperes más, hacer deporte es como un antidepresivo natural. Te sentirás bien y te verás mejor.

8) Cumple tus objetivos: En una agenda anota las cosas de las cuales quieres encargarte en cierto rango de tiempo. Cuando las vayas cumpliendo táchalas, Al final, cuando las cumplas todas, te darás cuenta que eres una máquina de trabajar. Al cumplir nuestros objetivos trazados, nos sentiremos orgullosos. No dejes objetivos sin cumplir.

9) Duerme bien: A veces no depende de nosotros, por el trabajo, estudio, insomnio, etc. Pero el dormir bien hace que te levantes con energía. Cuida tu descanso.

10) Desafíate: Arriésgate, supérate, haz cosas nuevas, cosas que no sueles hacer, haz cosas que te dan miedo  hacer. El darse cuenta que puedes hacer cosas que antes pensabas que no podías, te hará sentir un subidón de energía y te dará una sensación de poder alucinante.

11) Disfruta tus sentidos: toca, saborea, mira, oye, huele. Disfruta de tus sentidos, úsalos, aprovéchalos.

12) PASA PÁGINA: No puedes volver al pasado, así que si tomaste una decisión mala o hiciste algo mal, déjalo en el pasado y sigue hacia delante. No lo vas a poder cambiar, asi que de nada sirve andar por la vida arrepintiéndose.

13) HAZ LO QUE MAS TE GUSTE: No malgastes tu tiempo libre, busca hacer lo que te gusta. 

Ser un poquito mas feliz es simple.