jueves, 1 de agosto de 2013

De que va esto?

Recuerdo perfectamente a mis 17 años estar llenando la ficha de ingreso a la universidad. Debia poner todos mis datos, incluida la facultad a la que estaba postulando. 

Toda mi vida había querido estudiar Derecho. Porque? No tengo la más mínima idea. En mi familia no hay ningún abogado aparte de mi, a diferencia de un muy alto porcentaje de la gente que estudia la carrera. Muchos tenian padres, hermanos, tios, abuelos abogados y seguían la tradición. No todos, pero si la mayoría. 

En mi caso supongo que me incliné por el Derecho viendo las películas americanas en las cuales el abogado hace una presentación magistral para convencer a un jurado popular de que su cliente es inocente. Y supongo que mi aberración a las matemáticas influyó bastante también, algo muy común entre los estudiantes de letras.

La cosa es que cuando niño, cada vez que alguien me preguntaba “¿Qué quieres ser de grande?” automáticamente y con ilusión decía “ABOGADOOOOO”. Esa respuesta generaba


admiración y orgullo en la mirada de la persona que había hecho la pregunta, sobre todo si eran mis padres. Admiración y orgullo que desaparecían al instante de formular la siguiente pregunta “¿Y por qué?”……. ahí me quedaba sin respuesta alguna. No tenia idea, pero queria serlo.

Sin embargo, cuando estuve llenando la ficha de inscripción para la universidad, al llegar a la casilla de “Facultad: …..” me entró una duda inmensa, ¿porque si había querido estudiar Derecho desde siempre, ahora me entraba la duda? En ese momento un arrebato racional me hizo inscribir en la facultad de Comunicaciones. Ingresé a la universidad a la facultad de Comunicaciones. Una vez dentro de la universidad "me lo pensé mejor"  y solicité el cambio a la facultad de Derecho.

Ahora mismo, 18 años después, tengo el título de Abogado por dicha universidad peruana, una Maestria en Derecho de la Empresa por una universidad española, la Licenciatura en Derecho otorgada por el Gobierno Español que me faculta ejercer la profesión en toda la Comunidad Europea, tengo Diplomados en Protección al Medio Ambiente, Urbanismo y Desarrollo Estratégico, Diseño y Dirección de Proyectos, Contratos Modernos y un largo etc. 

Sin embargo estoy dispuesto a poner todo eso en un cajón, cerrarlo con llave e iniciar una nueva vida. Una vida que tal vez siempre quise, pero a lo mejor nunca presté atención o tal vez nunca me atreví a seguirla.

Me parece que a los 17 años, edad promedio de un cachimbo, una persona no puede decidir a que se va a dedicar toda su vida. A esa edad no sabes afeitarte, ni que pizza te gusta más. Y si te gusta una, es cosa de tiempo para que te empiece a gustar otra.

Pero si te obligan a elegir, pues elige. 

Con ello quiero decir que siempre hice lo que está socialmente establecido, estudiar una carrera “”que dé plata”” (ojo, doble comilla), especializarme, trabajar en empresas. Es decir dejé que me lleve la corriente. Eso es lo que hacemos todos. Estudia, trabaja, cómprate cosas, cásate, ten familia, comprate mas cosas y ya. Chau vida. Finito!! 

Es el tren de la vida. Te lleva por donde va, a ti y a muchas personas que van dentro contigo. El tren va lleno y tu te sientes arropado, pues estás haciendo lo mismo que todos, estás encajando.

Como tantas personas, yo también iba en tren, yo también encajaba. Pero un dia me levanté por la mañana y me di cuenta que ya no queria dejarme llevar, que ya no era feliz encajando con las costumbres establecidas. Que seguir ese camino toda mi vida no me afanaba. Ese no era yo.

Habia visto personas que se bajan del tren, no sin antes escuchar reiteradamente lo que todos le dicen : “que haces?? Estas loco?? No se puede!!, tienes que seguir en el tren, no te bajes, tu tienes que seguir ahí sentado en tu butaca y ya, no se puede hacer otra cosa, tienes que hacer esto y aquello xq todo el mundo lo hace weon”. Pero igual se bajaron y ahora esa locura los hace mas felices.

Yo también soy loco. Yo tampoco quiero encajar. Ya no voy a hacer lo socialmente establecido. Voy a ser el raro que va a vivir haciendo las cosas que me gustan y las voy a hacer a mi manera.

Fui una persona que cumplía los lineamientos sociales y me gustaba encajar en mi grupo. A partir de ahora voy a ser un rebelde más del sistema, porque asi soy mas feliz.

Han visto alguna vez a 2 niños cuando están juntos? Uno viene y le dice al otro “vamos a jugar?” y el otro se para de un salto y grita “yaaaaaaa” y salen disparados corriendo y gritando de emoción y al ratito se paran y se preguntan “a que jugamos?”. Tienen tanto ánimo y alegría que ni si quiera deciden a que van a jugar, tan sólo quieren jugar. 

Desde que tomé esta decisión mi ánimo está acelerado. Ahora mismo me siento como un niño, con las mismas ilusiones y alegría de vivir como ellos. Yo quiero jugar.  Yo voy a jugar. Voy a jugar a vivir como yo quiero y no como los parámetros mandan.

Esta es mi historia. Voy a vivir haciendo lo que me gusta. Ahora mismo no tengo todas las respuestas. Sólo veo el primer escalón. Ya luego irán apareciendo los otros.





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